El arte ha acompañado al hombre a lo largo del tiempo. Es un modo de expresión universal que no tiene ni edad ni clase social y permite la comunicación entre las personas.
Los objetos intermediarios nos permiten transitar por el mundo de la fantasía, donde encontramos un espacio ideal para revalorizar y fortalecer las aptitudes naturales del ser humano.
Estos objetos intermediarios llegan al corazón y son metáforas encarnadas que permiten generar enormes espacios internos. Actúan como puentes para llegar al otro, se transforman en andamiajes efectivos y afectivos.
El uso de estos objetos se da tanto en la educación como en el ámbito de la salud, ya que brindan herramientas para trabajar con personas de todas las edades, ya sean con o sin discapacidad o trastornos en su desarrollo.
Los títeres no son solo muñecos, son objetos afectivos que nos permiten construir puentes y establecer un vínculo de conversación o silencio con personas que tienen mucho para callar y muchísimo para contar.
En este curso no se construirán títeres, no se brindarán moldes ni instrucciones para su creación, sino que se abordarán los títeres desde un entramado terapéutico, con el valor agregado del buen trato y el amor al prójimo.